Tomando en cuenta lo imperactivo que muchas veces se presentan los niños al salón de clases y en algunos casos la corta motivación que presentan algunos niños, presentamos esta pequeña propuesta que trata de insertar el yoga en la escuela, tomando en cuenta que esta los ayuda a relajarse y centrarse en perfecto equilibrio.
Se hicieron unas pequeñas observaciones en los alumnos de 5º grado del Colegio Casa Don Bosco Naguanagua, en nuestras prácticas profesionales:
Al iniciar la clase, Semiramis y Kever chequean cómo vienen los niños. Si están inquietos, los hacen moverse y bailar al son de la música antes de iniciar la práctica. Si vienen tranquilos, los invitan a cerrar los ojos y 'sentir' cada parte de su cuerpo. Luego vendrán las diferentes posturas, los ejercicios de respiración e imaginería, y la constante invitación a disfrutar del momento presente."El yoga me ayuda a no ser tan alterado y a concentrarme más en las clases. Al principio me costó, pero ahora me gusta mucho; sobre todo la parte en que todos tenemos que quedarnos callados. El que habla pierde", dice Benjamín Canales (12).
"Las profes hacen sonar un instrumento, nos fijamos solamente en la música y se nos va borrando todo lo malo de la mente", agrega.Varios profesores de yoga para niños coinciden en que es una práctica que ayuda a un desarrollo integral: aporta al autoconocimiento y permite lograr una armonía física.
Dayana Peraza, quien imparte yoga para niños, relata una experiencia con algunos de sus alumnos "Muchos de ellos eran 'fofitos', encorvados, con mala postura corporal. Ahora, que ya terminó el taller, los veo pasar: caminan derechito y se ven más atléticos".A Dayana esta experiencia la llena de orgullo no sólo por los cambios físicos: "Recibimos a varios niños que estaban con problemas de agresividad, y muchos de ellos mejoraron su conducta en la casa, en el colegio, y también su rendimiento".
Nosostras por nuestra parte "Hemos visto que los alumnos mejoran sus actitudes frente a los conflictos, buscando soluciones más dialogadas que agresivas".La buena experiencia con los talleres de yoga que se estuvieron impartiendo dentro de la planificación de clases, para calmar la agresividad de los alumnos, nos obliga a proponerlo como parte de la planificación semanal en todos los grados del colegio "Casa Don Bosco", para luego proponerlo en otras instituciones.
"Si los niños están un poco adormecidos, se aplica una técnica específica que los ayuda a tener una mejor disposición al aprendizaje. Al revés, si vienen del recreo muy efusivos y agitados, se aplican otras estrategias que permiten bajar los niveles de energía, ayudándolos a focalizar su atención".
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